Importar productos desde el extranjero puede ser una gran ventaja competitiva: Accedes a mejores precios, tecnologías innovadoras o productos que no existen localmente. Pero también conlleva riesgos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden afectar seriamente la rentabilidad y continuidad de tu negocio.
En este artículo te explicamos los principales riesgos de la importación y cómo puedes mitigarlos de manera estratégica.
¿Qué es?
Problemas en el transporte de la mercancía: retrasos, pérdida de carga, daños físicos o mal manejo en puerto o aeropuerto.
Cómo mitigarlo:
¿Qué es?
Imprevistos relacionados con la normativa del país de destino: retenciones en aduana, errores en documentación, cambios arancelarios o productos prohibidos.
Cómo mitigarlo:
¿Qué es?
Fluctuaciones del tipo de cambio, pagos anticipados a proveedores poco confiables o costos ocultos que afectan la rentabilidad.
Cómo mitigarlo:
¿Qué es?
Que el producto no tenga demanda local, no cumpla con las expectativas del cliente o que la competencia local lo supere en precio o servicio.
Cómo mitigarlo:
¿Qué es?
Errores en la factura, el conocimiento de embarque, el certificado de origen o la lista de empaque que pueden provocar demoras, multas o rechazo de carga.
Cómo mitigarlo:
La importación sigue siendo una gran oportunidad para muchas empresas, pero requiere conocimiento, planificación y aliados confiables. Los riesgos no se eliminan por completo, pero con una gestión adecuada pueden controlarse y reducirse significativamente.
En tiempos de mercados globales y alta competencia, saber importar con inteligencia puede ser la diferencia entre crecer o quedarse atrás.